Protegerse del sol es fundamental para evitar problemas graves en la piel como las quemaduras que pueden convertirse en el futuro en manchas o cáncer de piel, pero también para mantener la piel joven y saludable. La protección solar es necesaria todo el año y de forma más específica en los meses de verano.
Crema facial y corporal
Las cremas solares para el rostro y para el cuerpo tienen texturas diferentes y, además, hay diferencias notables en su formulación. En el caso de las cremas para el rostro incluyen activos que aportan un plus actuando como tratamiento además de proteger. Por ejemplo: activos despigmentantes, que ayudan a prevenir y combatir las manchas; activos hidratantes para pieles secas; activos que regulan la producción del sebo, que son apropiados para pieles grasas y mixtas.
Qué factor elegir
Hay que tener en cuenta diversas cuestiones, el principal es el fototipo de la piel: cómo es la piel, clara, más cetrina, oscura… Las pieles más claras tienen que optar por una protección alta, de 50+. Una piel más oscura, morena, puede elegir un 30. Además, también hay que tener en cuenta dónde vas a estar. No es lo mismo ir a la playa que estar dentro de una oficina. Para estar expuestos directamente al sol hay que usar protección alta y de amplio espectro. Si trabajas en una oficina y no te expones a la luz solar puedes usar una protección media o baja, incluso, según como sea tu piel.
Qué son los filtros UVA y UVB
La radiación ultravioleta se divide en dos tipos UVA y UVB, cada una con unas características y unos efectos en la piel.
- Los rayos UVA no queman, no suelen enrojecer la piel, pero son los responsables del envejecimiento cutáneo, de las intolerancias al sol (alergias) y de la hiperpigmentación. Los rayos UVA, además, pasan las nubes (por eso hay que usar protección aunque esté nublado, quizás no te quemes, pero tu piel sufre), el cristal (cuando vas conduciendo también te dan) y la dermis (la capa más profunda, de ahí que provoquen fotoenvejecimiento). Una crema que incluye filtro UVA te protege de la acción de estos rayos.
- Los rayos UVB son los responsables del bronceado de la piel, pero también de las quemaduras, del enrojecimiento y de muchas reacciones alérgicas. Tienen más energía que los UVA y sus daños son más rápidos y visibles.
Qué significa FPS/SPF
Es el factor de protección solar, el grado de protección frente a los rayos UVB. El SPF indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural del cuerpo frente al enrojecimiento previo a la quemadura. Es decir, un SPF 30 nos indica que nuestro nivel de protección frente a un riesgo de quemadura es 30 veces superior que si no estuviéramos utilizando un fotoprotector.
Qué quiere decir IR
Es la radiación infrarroja. Esta radiación puede tener efectos dañinos sobre la piel. Además del aumento de temperatura que provoca debido a su efecto calorífico se ha visto también que, por un lado, podría aumentar la degradación del colágeno y por otro, al mismo tiempo reducir su síntesis. Esto se traduciría en una pérdida de la elasticidad de la piel, efectos visibles en forma de arrugas, flacidez, es decir lo signos clásicos de pieles envejecidas a causa del sol. Muchos de los protectores actuales son de amplio espectro, es decir, protegen frente a los rayos UVA, UVB, IR y la luz visible (suele indicarse con las siglas HELV, y hace referencia a la radicación que emite el sol, pero también las pantallas del móvil, ordenador.., que está demostrado provoca envejecimiento prematuro).